jueves, 22 de diciembre de 2016

¡Hasta pronto!

Acudí a la sesión presencial de clausura, en la que intercambiamos opiniones y sensaciones sobre el transcurso del curso, su formato y contenidos. También destacamos la importancia de la divulgación para el científico y para la propia sociedad. Me pareció de gran interés cómo gracias a ella se puede luchar contra falsos mitos y miedos. A la segunda parte de la sesión no pude quedarme, así que aprovecho esta última entrada para hablar sobre PLE (entorno personal de aprendizaje) o ecosistema digital personal.

Creo verdaderamente en la necesidad de cuidar y cultivar mi imagen digital, de lo que los nuevos canales nos ofrecen y todo lo que podemos ofrecer también a través de ellos, de las ventajas que tenemos hoy en día de tenerlo casi todo al alcance con un solo click, y de las herramientas cada vez más eficaces para la gestión de todo ello, pero es que tanto me abruma. Una vez acudí a una formación relacionada con este tema del ecosistema digital y me sentí verdaderamente identificada con una ponencia sobre "Infoxicación".



Si buscamos una explicación sencilla sobre qué es la infoxicación deberíamos decir que es la sobrecarga de información o exceso de información provocada por la profusión de contenidos en internet. Alfons Cornella, experto en redes sociales, inventó este término para definir la intoxicación informacional y de contenidos a la que actualmente estamos sometidos. Como una consecuencia, cada vez son más las herramientas que aparecen para gestionar esta información.

La cuestión es buscar entre todo este ecosistema el punto de balanza personal, ir descubriendo y decantarte por las posibilidades que más te aporten o más provecho puedas sacar de ellas, sin perderte en el intento. Es una de mis asignaturas pendientes, uno de mis propósitos para el año que viene.

¡Feliz 2017!

lunes, 19 de diciembre de 2016

Divulgación

Me ha parecido muy interesante la labor divulgativa del científico y cómo es parte de los derechos humanos poner a disposición de todos el estado y los avances de la ciencia y la cultura.

En mi caso, yo nunca antes he hecho divulgación. Me encantaría poder ir compartiendo con los demás mis avances en el campo de investigación de mi tesis, obstáculos o dudas, pero el hecho de estar realizando un doctorado industrial me lo limita. 
La financiación no es pública, lo que implica diferentes circunstancias para la publicación o no de los logros, confidencialidad, etc.

Por otro lado, me parece una labor la de la divulgación, o por ejemplo la de mantener el blog creado para la asignatura, con la que hay que comprometerse en firme, sin medias tintas. Una tarea más que cuidar y preparar, como parte de la labor científica. Un tiempo y esfuerzo que hay que sacar de algún otro lado de la vida diaria. Aunque como para todo, no es cuestión de tiempo, sino de prioridad.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Referencias

Para estudiar el uso de las referencias bibiográficas he escogido el paper titulado "Extraction of predominant pulse information from music" de Peter Grosche y Meinard Müller, año 2011.

En total presenta 45 referencias, situadas todas ellas al final del documento, después del apartado "CONCLUSION", en un nuevo apartado bajo el título "REFERENCES".



El orden de aparición de las mismas es igual al orden en que se van referenciando a lo largo del artículo científico.
No todas siguen el mismo formato, pero se pueden distinguir los siguientes campos:
  • [Número de la referencia]
  • Iniciales de los nombres seguidas de un apellido de los autores.
  • Entre comillas, el título del documento referenciado.
  • Medio en el que está publicado. En algunos casos también lugar.
  • Volumen, número, páginas.
  • Fecha (mes, año).



Comunicación Científica


Es muy interesante saber de la importancia de una buena comunicación científica, no sólo para el investigador y su carrera, sino para la sociedad en conjunto y el futuro de la propia ciencia. 

A lo largo de mi experiencia empresarial me he dado cuenta de la importancia de saber comunicar, tanto de manera escrita, como oral. Muchos son los cursos que se ofertan para aprender a hacerlo bien, manuales disponibles, trucos, etc., pero suele ser el aspecto que siempre se deja para cuando haya tiempo o estemos más liberados de trabajo, y por ello o no se llega a afrontar de la manera adecuada o directamente no se afronta. Todos sabemos de su gran importancia pero nunca es prioritario.

Del mismo modo creo que ocurre en el campo de la investigación científica y el hecho de que haya tantos libros, artículos, blogs, asignaturas sobre ello es una muestra más de que, al igual que pasa en el entorno empresarial, pasa en el ámbito científico.

El científico no solo tiene que "hacer" ciencia, sino también "escribirla". La palabra clave es reproducibilidad. La comunicación científica debe caracterizarse por su claridad, lenguaje con proyección internacional (inglés), un correcto uso del mismo (por ejemplo, con palabras de significado indudable) y organización.

Hay diferentes maneras de divulgar los resultados de la actividad investigadora:
  • Seminarios de grupo, de departamento. Esta puesta en común sirve también para mejorar, aprender, tener nuevas ideas.
  • Mesas redondas, simposios, conferencias, ponencias libres, congresos. De ahí la importancia de saber hablar en público o de hacer presentaciones eficaces.
  • Publicaciones, artículos, libros. En diferentes medios, como revistas indexadas, revistas de ciencia para científicos, revistas de divulgación, blogs, páginas webs, redes sociales, medios de comunicación...
Quizás de todos ellos, el "paper" es el documento científico por excelencia. Su formato más extendido se denomina IMRYD y puede definirse mediante una serie de preguntas:

    ¿Qué cuestión (problema) se estudió? La respuesta es la Introducción.
    ¿Cómo se estudió el problema? La respuesta son los Métodos.
    ¿Cuáles fueron los resultados o hallazgos? La respuesta son los Resultados.
    ¿Qué significan esos resultados? La respuesta es la Discusión.



martes, 13 de diciembre de 2016

¿Y tú qué rama vas a estudiar: "ciencias" o "letras"?


Siempre lo he tenido claro: ¡CIENCIAS!

Reflexionando sobre el concepto en sí, quizás fue en mi adolescencia cuando recuerdo la primera vez que pensé sobre ello, concretamente al elegir itinerario para estudiar.
Y era tan obvia mi respuesta, que no lo pensé demasiado, ni lo que implicaba para mi futuro ni qué era eso de ciencia.

Tampoco pensé demasiado por qué mi respuesta era obvia, porque mis calificaciones en las asignaturas de “letras” eran también muy buenas, me gustaban e interesaban... Es ahora, gracias a esta parada a filosofar sobre el tema, lo que me ha hecho darme cuenta que claro que mi respuesta era obvia, la manera en que pienso, en que actúo, en que trabajo, muchísimas facetas de mi personalidad y de mis actos tienen que ver con las diferentes definiciones que he leído e investigado sobre ciencia.

Diccionario de la lengua española
ciencia
Del lat. scientia.
1. f. Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente.

 “Reflexiones matutinas sobre la investigación científica”, Ruy Pérez Montfort

La investigación científica es el conjunto de actos con los que se hace la ciencia.
La ciencia es una búsqueda de la verdad y el entendimiento de la naturaleza a través de la adquisición e  interpretación de información derivada de la observación y la experimentación.

Qué difícil me es “filosofar” sobre términos que a priori me resulta muy cómodo llevarlos a cabo.
Conforme leía sobre cómo se hace investigación científica (conocimiento profundo del tema a investigar, ideas que se formulan como hipótesis, experimentos para probar esas hipótesis, repetir pasos anteriores hasta que se llegue a una hipótesis satisfactoria, compartir hipótesis) o sobre conceptos relacionados con la ciencia (imaginación, iniciativa, arrojo, tenacidad, suerte…) lo veía fácil, incluso intuitivo, pero profundizar en el aspecto “filosófico” de la palabra en sí, pufff se me escapa.

¿Quizás me han enseñado bien a “hacer ciencia” y no a “filosofar”? ¿Quizás me supone más esfuerzo? ¿Quizás es porque soy de "ciencias" y no de "letras"?


miércoles, 30 de noviembre de 2016

Despegando en 3, 2, 1...

Soy Noa, Ingeniera de Telecomunicación, y trabajo en un empresa dedicada a la innovación en el mundo de la música, concretamente entorno al uso de partituras digitales. He ahí la causa de que haya comenzado a realizar un Doctorado en Tecnologías de las Comunicaciones, Bioingeniería y Energías Renovables.

¿Sobre qué trata mi Tesis?
Si leyendo la siguiente pregunta, no se os queda cara de circunstancia, sino que entendéis más menos mi objetivo, es que voy bien encaminada ;)

Pregunta: ¿Somos capaces de detectar el tempo al que un músico interpreta una obra musical mientras está tocando?

 

 

 

 

 ¡Bienvenidos! 👋